Cuáles son las causas del bullying

Qué es el bullying

Bullying es una palabra anglosajona cuyo significado es “intimidación”. A su vez “bullying” deriva de “bully”, que significa agresor o “matón”.

El bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. También llamado acoso escolar es un tipo de comportamiento intimidatorio ejercido de manera física, verbal o psicológica entre niños y adolescentes en la etapa escolar. Análogamente se puede definir como bullying al mismo comportamiento en redes sociales, grupos de amigos o durante actividades deportivas entre niños y adolescentes. El ciberacoso ha presentado un incremento notable en los últimos años debido al desarrollo y difusión de las nuevas tecnologías entre los adolescentes.

Estas actitudes han existido siempre, por lo que no puede decirse que en la actualidad se presenten más casos, simplemente son más visibles por los medios de comunicación.

Este acoso escolar se puede manifestar de múltiples formas. La acosadora o acosador desea verse en una posición de superioridad frente al acosado, y lo demuestra.

Las víctimas suelen ser jóvenes solitarios con pocos amigos, con tendencia a la timidez o a ser retraídos. De hecho el bullying puede incentivar la exclusión social.

La probabilidad de que se presenten casos de bullying es mayor en colegios o grupos con gran número de alumnos frente a aquellos centros en los que existen pocos niños.

Causas del bullying

Ausencia de un progenitor en el hogar, o la presencia de un progenitor violento. Esto puede llevar a los niños a ser también violentos imitando el comportamiento aprendido en casa.
Tensiones matrimoniales o una mala situación económica pueden introducir tensiones emocionales en los niños.
Ausencia de valores, límites y normas de convivencia. Tanto la ausencia de castigo como el recibir castigos desproporcionados al daño alteran la escala de valores del menor y causan pérdida de autoridad por parte de los padres, profesores y adultos.
Si estos castigos son casi siempre violentos, aún siendo proporcionales al daño, pueden incitar al niño a resolver sus problemas de forma violenta.
Causas políticas y legales. La sobreprotección legal del menor puede inducir a éste a pensar que es inmune frente a cualquier acto violento que pueda realizar. Puede manifestarse en actitudes de acoso tanto de un menor hacia otro menor como de un menor hostigando a un adulto al creer que no puede recibir castigo por ello, o que las leyes están de su parte.
Sobreprotección. Al igual que en el caso anterior, la sobreprotección ejercida por los padres puede incitar al niño a pensar que es inmune y que puede abusar de los demás en su propio beneficio.
Abusos de autoridad. Si un adulto o persona mayor considerado autoridad (ya sea profesor, familiar, policía, etc.) ejerce este tipo de presión sobre el niño. También puede presentarse si el niño presencia dichos abusos aunque no estén dirigidos hacia él.
Repetición de comportamientos y actitudes observadas entre los adultos como los linchamientos públicos, discriminaciones o abusos de una sociedad o comunidad frente a una persona o grupo de personas.

Consecuencias del bullying

La víctima de acoso presenta baja autoestima, pasividad, apatía, pérdida de interés en los estudios, depresión, ansiedad, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos e incluso pensamientos suicidas. Desarrolla un miedo continuo ante la presencia o encuentro con su agresor. Además, tras las constantes amenazas y ataques, también desarrolla miedo y desconfianza en sí mismo. No quiere asistir a clase y no le cuenta a otras personas nada acerca de lo que le sucede, cambiando de humor drásticamente.

El acosador o acosadora presenta dificultades para convivir con los demás niños, rechazo por parte de los demás estudiantes, o a la inversa. Su rendimiento académico será más bajo de lo normal, tendrá dificultades para cumplir las normas y sus relaciones sociales serán bastante negativas.

En casos extremos se puede llegar a intentos de suicidio, ya que el niño siente pavor por volver al colegio o lugar donde continuamente se encuentra con sus hostigadores. Algunos niños llegan a consumarlo con la finalidad de dejar de sufrir.

Cómo enfrentar el bullying

El tratamiento que se da a los alumnos es muy importante. La falta de respeto, la humillación, las amenazas o la exclusión entre el personal docente y los alumnos llevan a un clima de violencia y a situaciones de agresión. El colegio no debe limitarse sólo a enseñar, sino que debe funcionar como generador de buenos comportamientos sociales.

Un correcto control y vigilancia en la escuela puede ser suficiente para mitigar o evitar los casos de bullying más comunes.

Es necesario fomentar un clima de confianza tanto entre los niños como entre los niños y los adultos responsables de los mismos.

Dedicar tiempo a los hijos de forma diaria es difícil para algunos padres trabajadores. Sin embargo, en la medida de lo posible, este tiempo afectará positivamente en el desarrollo emocional del menor.

Poner límites y normas, así como asignar tareas y responsabilidades en el hogar adecuadas a la edad y capacidades del niño.